martes, 19 de abril de 2011

La ambigüedad de la mujer futbolera

La mujer futbolera, personaje inimaginable hace unos años que hoy copa cualquier cancha del fútbol argentino (hablo de mi país, porque es lo que conozco, acepto historias de otros países).
Gracias a trabajar en un programa de radio y asi ir a cubrir varios partidos y de tener amigas y compañeras muy futboleras, me siento capáz de hablar no sólo de mis queridas compañeras diablitas sino de las mujeres fanáticas en sí, sin importar de que club.
Muchas mujeres futboleras se ponen la camiseta y se la atan arriba de la cintura para no perder la sensualidad femenina, y si hace calor obviamente se clavan un short.
La mujer futbolera odia que los hombres escupan en la calle, pero le baña la nuca al pobre que está parado adelante en la tribuna cuando habla de la madre del árbitro de turno.
Cuida su forma de hablar (generalmente) en el día a día, pero a la hora de bardear a un arbitro/dirigente/técnico/jugador, no lo piensa ni medio segundo y es la persona peor hablada de la popular.
En una juntada con amigas se encierra en un cuarto a mirar un partido.
Intenta contarles novedades futbolísticas a las amigas sin recibir muestra de interés alguna.
Para salir a la noche se pinta como una puerta, pero en la cancha es uno más del tablón.
Se pone alcohol en gel cuando baja del colectivo pero es la primera en agarrarse del paravalancha cuando llega a la cancha.
Cuando se compra ropa, intenta que no sea del color del clásico rival de su club.
Durante la semana “se cuida” pero el domingo no se va de la cancha sin comer un chori.
Le parte la cara de una cachetada a cualquier pibe que le toque ‘la cola’ en un boliche pero no se da ni cuenta si la apoyan todo el partido, la pasión es más fuerte.
La mujer futbolera me parece uno de los personajes más interesantes de la cancha!


Atentamente: una mujer futbolera!