Encontrar algo que no estabas buscando, algo
que simplemente se te cruzó por la vida por casualidad..o porque estaba dictado
por el destino pero no te lo imaginabas, puede llegar a ser una de las mejores
cosas que te pueden pasar. Sobretodo cuando ese “algo” llega en un momento
clave de tu vida, en un momento de transición interna, de cambio continuo, y
hasta de búsqueda de rumbo quizás.
Abrirse a cosas nuevas es clave para que
esto ocurra. Estar dispuesto a enfrentarse con lo desconocido te abre
muchísimas puertas, y animarse a hacerlo solo es una experiencia genial de
crecimiento, de independencia, de fortaleza y de confianza en uno mismo. Creo
que la satisfacción máxima se alcanza cuando uno mira los resultados y puede
decir “wow, lo hice yo solo”.
Y me remito a mis eternas y queridas rachas
que indican, como me dijo una nueva amiga, que todo pasa por algo. La vida
muchas veces te nivela y te da recompensas pero está en cada uno poder verlas y
saber aprovecharlas.
Atentamente:
una mujer a la que hace poco le cayó un “algo” del que hoy está muy agradecida J