Creer o reventar

En plena resolución de la Copa del Mundo de la FIFA hablando con una amiga salió a flote uno de los temas mundialistas más famosos del momento “las predicciones del Pulpo Paul”…Para los que no saben, Paul es un pulpo alemán que predice cómo le va a ir a Alemania en sus partidos. Lo curioso es que no sólo predijo todas las victorias alemanas sino también la derrota frente a Serbia en la fase de grupos, algo completamente inesperado y resulta que ahora, de cara a la semifinal, el pulpo dijo que gana España!!!! Se preguntarán seguramente si la nota va a ser tan pelotuda como para hablar sola y exclusivamente de un pulpo al que a algún alemán se le ocurrió preguntarle los resultados de los partidos pero no..mi idea es usar a Paul como una introducción para un tema mucho más abarcativo: LAS CÁBALAS. Para mucha gente son una pelotudez atómica, pero para otros son como una especie de religión, por ponerle un nombre.
Están las cábalas típicas: misma ropa, mismo lugar para mirar el partido, mismas personas, estar en la posición o lugar que se estaba cuando tu equipo convirtió o no volver nunca más a hacer lo que estabas haciendo cuando le convirtieron a tu equipo, ir todas las fechas a la cancha, no ir porque en los únicos dos partidos que fuiste tu equipo perdió..
Están las no tan típicas: ir a hacer pis en el entretiempo si se va perdiendo para “sacar afuera toda la mufa”, comprar el diario deportivo la mañana del partido, pintarse las uñas de los colores que te representan..
Y, por último están las cábalas raras, esas que son inentendibles para los no fanáticos: no afeitarse mientras a tu equipo le va bien, encerrarte a ver el partido sólo sin que nadie te hable, no lavar la camiseta aunque ya sea un asco y ni vos toleres el olor y muchas más que estaría buenísimo averiguarlas…
…por que la gente hace locuras cuando tiene pasión por algo, cuando el sentimiento es inexplicable, cuando la alegría que sentiste con esa victoria no te la saca absolutamente nadie y por eso no querés cambiar nada e intentás repetir hasta el último detalle y sin excepción.
En lo personal, las cábalas me parecen algo completamente respetable e irrompible, creo plenamente en ellas, aunque tampoco les adjudico toda la responsabilidad de una derrota o una victoria, simplemente me parece que cuando uno las lleva a cabo pone toda su energía positiva en ellas y eso es lo que las hace más fuerte, tanto a las cábalas como al deseo de ganar. Es por eso que volviendo al tema del “Pulpo Paul” lo más probable es que aquellos alemanes que creen en sus “predicciones” ya se hayan dado por vencidos frente a España sin haber jugado (ojalá así sea muchachos, es solo un sentimiento de una argentina resentida, lo admito)

Atentamente: una mujer muy cabulera